Perdidos como andabamos solo podiamos confiar en el Universo. Estabamos tirados en medio de ninguna parte, en una carretera de las montañas Laosianas y con la noche acechandonos a mas de 35km de las poblaciones mas cercanas (segun el mapa). Panico? Nunca, cuando ya empezabamos a pensar en montar un campamento improvisado aparecio Potter. Un chico de 18 años que vivia en una aldea no muy lejana llamada NamGold y nos ofrecio un sitio para dormir.